• Introducción







    ¿En qué consiste la Rearmonización? ¿Cuál es su utilidad?

    Armonizar consiste en construir una sucesión de acordes que sugiera equilibrio, sensaciones de relajación y tensión, etc. Cuando creamos una melodía, o una obra musical, existen maneras muy diversas de armonizarla. En este sentido "armonización" y "rearmonización" son conceptos que se superponen. Pero entendida de una forma estricta, la Rearmonización es la elaboración de una armonía alternativa a una ya existente.

    La utilidad de estas técnicas es muy amplia:

    • Como recurso didáctico y de aprendizaje: permite profundizar en la teoría musical.

    • Como técnica compositiva: muy frecuentemente, la idea inicial de un compositor no es la definitiva, es decir, la armonización primigenia puede ser susceptible de variaciones con determinados fines. También es factible presentar una idea musical con una armonización y, en un momento dado de la composición, recurrir a una técnica de rearmonización para crear un efecto diferente.

    • Como técnica de arreglos: la rearmonización es una técnica más de "arreglar" una pieza, aunque enfocada des de la armonía. A lo largo de la historia de la música (se podría aventurar que en todos los períodos), la elaboración de una armonización distinta a la original de un "estándar" ha sido, y es, algo habitual.


    En relación con lo comentado, las técnicas de rearmonización son muy evidentes cuando se aplican a un estándar, ya sea una composición popular, clásica, etc..., que puede ser reinterpretada en infinidad de estilos. Y en este sentido, puede ser muy ilustrativo el siguiente video... Desde luego, como ya hemos apuntado, conseguir que un estándar "suene" a algo muy distinto, pero convincente, es una técnica habitual, y fantástica, se pueden encontrar infinidad de ejemplos en la producción musical... Y conseguir que algo tan "trivial" como la melodía de "Happy Birthday" suene a Bach, Mozart, Beethoven, Wagner (en contrapunto con el Idilio de Sigfrido del propio Wagner), estilo vienés, estilo New Orleans, y como danza húngara requiere un conocimiento profundo de la rearmonización y de otras técnicas de orquestación y arreglos. Pero sirva como ejemplo introductorio: Zubin Mehta dirigiendo las "Happy Birthday Variations" de Peter Heidrich (1935):

     

      


    En conclusión, las técnicas de Rearmonización son técnicas de Armonización en sí mismas; es decir, el conocer diferentes modos de armonizar una pieza ya existente es un aprendizaje complementario para armonizar una pieza original. Por otra parte, estas técnicas pueden ir desde lo más sencillo hasta recursos más avanzados; no por ello los sencillos son menos eficaces...

    Estos cursos de Rearmonización se han diseñado de manera coherente con los distintos niveles de los cursos de Armonía de AulaActual. Para realizar este Nivel Inicial se requiere el Nivel 1 de Armonía, por lo que nos ajustaremos al uso de acordes triada (quizá una excepción sea el V7) en modo mayor, y a la armonía y melodía diatónicas. Progresivamente, en sucesivos niveles de Rearmonización, las técnicas de van ajustando a los cursos de Armonía. Sin embargo, resulta útil recordar algunos conceptos básicos sobre los que trabajaremos (y que se van adquiriendo en los cursos de Armonía):

    • Formas musicales: aunque en la práctica podamos encontrar todo tipo de variantes, a efectos didácticos y para nuestros ejercicios utilizaremos, en general, la estructura de 8 compases (bien 4+4, bien resolución en compás 7). Las excepciones a esta norma serán los ejemplos o ejercicios basados en estándares, o cuando se justifique una variación.

    • Ritmo armónico: resultan esenciales los conceptos de ritmo armónico en sí mismo, como los de tensión-relajación armónica. Por el primero entendemos el ritmo con el que se suceden los acordes (y que, en principio, debe seguir una pauta). Y por el segundo debemos tener claras la funcionalidad de los acordes (relacionados con la tónica, subdominante y dominante). Todo esto nos permitirá "manipular" la armonización según nuestros deseos.

    • Relación melodía-armonía: siempre hay que tener presente qué notas podemos utilizar conjuntamente y que notas, o en qué momentos, no es aconsejable. Para ello, lo importante es conocer las escalas a aplicar, las tensiones, cromatismos, notas principales y secundarias, análisis melódico y armónico (conceptos que se van adquiriendo conforme progresa el curso completo de Armonía).


    Y para entrar en materia, antes de proponer unos ejercicios básicos, ilustraremos con un ejemplo las posibilidades de las Técnicas de Rearmonización. Aunque utilizaremos otros muchos ejemplos, hemos escogido una pieza estándar que nos servirá de "hilo conductor" durante los niveles de estos cursos de Rearmonización, siempre y cuando podamos aplicar las técnicas... Se trata de AMAZING GRAZE, una melodía clásica y con una armonización muy sencilla:





    Vamos a aplicar una sustitución diatónica simple de acordes, es decir, sin abandonar la tonalidad de Do mayor, sustuiremos algunos acordes por otros para dar un "aire" más melancólico a la pieza, usando acordes menores:






    Esta técnica es la sustitución diatónica de acordes (ver ejemplo anterior: Amazing Grace). Lo que debemos tener en cuenta al respecto es:

    • Congruencia entre los acordes y la melodía (de momento nos limitaremos a notas de la melodía que forman parte del acorde).
    • Un predominio de acordes mayores nos dará como resultado una frase más "viva", más alegre (aunque influyen otros muchos factore, pero este es uno de ellos).
    • Un predominio de acordes menores nos dará como resultado una frase más lánguida, nostálgica, melancólica...

    Para realizar estos tipos de rearmonización iniciales conviene recordar la funcionalidad de los acordes:

    • Relacionados con la tónica: I, III, VI
    • Relacionados con la subdominante: II, IV
    • Relacionados con la dominante: V, VII

    Siempre que deseemos mantener el equilibrio armónico original, podemos simplificar, sustituir o añadir (como veremos más adelante) acordes relacionados.
    Al mismo tiempo, es posible que nuestra idea de rearmonización sea diferente, con lo cual esta norma es algo relativo.


    Una técnica aún más simple es la reducción del ritmo armónico, es decir, la simplificación de acordes. Puede parecer un recurso poco útil, pero todo dependerá de nuestras intenciones. El efecto que se consigue al reducir el ritmo armónico es una composición más pausada, lenta, tranquila...

    Veamos un ejemplo en tonalidad de Fa mayor:






Simplificación